Querido amigo y amiga:

Quizá alguna vez te sentiste inclinado a pensar que Jesús no nos puede comprender íntimamente en ciertos aspectos, puesto que él nunca tuvo que hacer frente a crisis o problemas matrimoniales personalmente.

¡Oh, sí! Los conoció, y los sigue conociendo con mayor intimidad e intensidad que cualquiera de nosotros. En eso también nos comprende perfectamente: "Como la esposa infiel abandona a su compañero, así os levantasteis contra mí, casa de Israel, dice Jehová" (Jer. 3:20). Hace poca diferencia si el infiel es la esposa o el esposo: el alma de la parte que sigue amando y permanece fiel, agoniza ante esa herida mortal sin distinción de sexos.

¿Por qué permitió nuestro Padre celestial que el libro de Cantares quedara incluido en el canon de la Biblia? ¡Es sensual, en el sentido sexual! No hace mención de Dios, "justicia", "obediencia", "pacto", "justificación"... ni siquiera "gracia". La "ley" está ausente. Se trata sencillamente de amor hombre-mujer. ¿Qué consejo de iglesia votaría afirmativamente para incluirlo en las Santas Escrituras? ¿Será el libro de texto en un colegio confesional cristiano de adolescentes? ¿Será el tipo de texto que estudien y desmenucen palabra por palabra? (No, no es la práctica habitual, y quizá signifique la pérdida de algo que Dios ha puesto allí para ayudar a la formación sexual cristiana en ese período crítico de la vida).

El propio Jesús citó en importantes ocasiones el libro de Cantares. Por ejemplo, Juan 7:37 y 38 (Cant. 4:15), Apoc. 3:20 (Cant. 5:2-6), Efe. 5:27 (Cant. 4:7). La referencia a "yo estoy a la puerta y llamo" está tomada del Antiguo Testamento en Griego (La Septuaginta). Cristo y los apóstoles emplearon frecuentemente esa versión, tal como nosotros empleamos hoy diferentes versiones de la Biblia. Todo libro del Antiguo Testamento que esté citado en el Nuevo, demuestra su derecho a pertenecer a la Biblia.

Por lo tanto, el libro de Cantares forma parte de la Palabra de Dios que "es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el alma y el espíritu... y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón", es parte de esa Escritura inspirada por Dios, que es "útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia" (Heb. 4:12; 2 Tim. 3:16). ¿Cuál es el valor de un libro tan explícitamente sexual como ese?

Por así decirlo, el Cantar de los cantares debe su lugar en la Biblia a Apocalipsis 19:7 y 8. Dos versículos explican por qué el Señor nos creó "varón y hembra" en el Edén. El novio prometido, desafiando con su tenue impermeable la fuerte lluvia de la noche, ‘llama a la puerta’ de la bellísima doncella, que decide ignorarlo (Cant. 5:2-6) puesto que se acostó ya en la confortable cama de su cálida habitación. No ‘se ha preparado’ aún para que su prometido esposo ocupe el primer lugar en su vida. El esposo que llama a la puerta resulta ser Cristo mismo, y su tibia prometida es la iglesia remanente de Apocalipsis 12:17. Su prolongada negativa a dejar entrar al que debería ya ser su Esposo lo mantiene afuera, llamando a la puerta, le desgarra el corazón y le ocasiona un chasco indescriptible (Cant. 5:6).

Pero hay buenas nuevas en la Biblia: El Esposo la sigue amando (Cant. 7:6); definitivamente van a tener lugar "las bodas del Cordero", y aunque después de lo previsto, por fin "su esposa se ha preparado". Si guardas mucho silencio y sintonizas tu alma con Apocalipsis 19:6 te faltará muy poco para comenzar a oír ese Aleluya triunfal que la gran multitud entona cuando reine el Señor tu Dios Todopoderoso.

R.J.W.-L.B.